jueves, 1 de diciembre de 2011


Extraño hablar horas con vos. Extraño verte casi todos los días. Extraño escucharte darme consejos. Extraño tu voz. Tus ojos, tu sonrisa. Extraño tus caricias, tus abrazos. Extraño tus risas, hasta tus enojos. Extraño la manera que en que me hacías feliz, esos pequeños detalles que te destacaban. Siempre tan atento a todo. Extraño tu perfume, tu cuerpo sobre el mio. Extraño dormir con vos, verte dormir. Que me acaricies hasta quedarme dormida. Extraño jugar con vos. Extraño todo de vos. Te extraño.
¿Pero para que volver y seguir engañándome? si vos ya no sentís lo mismo por mi, si las cosas ya están echas y creo que no podemos recuperar todo el tiempo perdido. Si ya en cierta forma hay un rechazo de parte de los dos. Te necesito, te quiero conmigo, pero entre medio de los dos hay una pared gigante. Esa pared que no nos deja expresarnos, nos hace cada vez mas fríos. Volver seria algo estúpido, seria algo absurdo, seria no llegar a nada de nuevo. Pero es tan inevitable no querer verte y extrañarte tanto.